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Por qué un nutricionista certificado recomienda que omitamos los propósitos este año

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Los propósitos de Año Nuevo vuelven a estar a la orden del día. En un momento u otro, todos hemos deseado “comenzar nuestro plan de salud” al principio del nuevo año. Con la mejor de las intenciones, establecemos propósitos que inevitablemente se esfuman y no duran más de 7 días, con lo que nos quedamos sin más que promesas incumplidas. Y, a pesar de ello, al año siguiente repetimos el ciclo con una meta similar que llevamos esperando 358 días para retomar.

Establecer un propósito o una intención es un paso importante para lograr un cambio positivo. Pero para mantener dichos cambios, tenemos que aprender y crear nuevos hábitos a la vez que dejamos atrás y cambiamos los antiguos. Los cambios duraderos no se producen de la noche a la mañana.

En lugar de proponerse cambiar sus hábitos durante las primeras semanas del año, practique la creación de hábitos saludables durante todo el año. Este año, evite los propósitos de Año Nuevo, que están destinados a fracasar, y, en su lugar, adopte estas medidas para lograr un cambio más sostenible. 

Por qué hacemos propósitos

Un propósito es una decisión firme de hacer o no hacer algo. Al comienzo de cada año, muchos de nosotros nos proponemos mejorar la calidad de nuestra vida. 

Los propósitos no son intrínsecamente malos. La idea que las sustenta es alentadora y positiva. Tener una fecha fija para hacer cambios puede darnos el impulso de inspiración que necesitamos para cumplir metas o dejar atrás hábitos en los que hemos estado pensando durante meses. 

Propósitos de salud habituales

En 2021 los propósitos de Año Nuevo más habituales se centraron en la salud y las finanzas. Los tres principales propósitos relacionados con la salud fueron:

  1. Hacer más ejercicio o mejorar el estado físico
  2. Bajar de peso 
  3. Mejorar la dieta en general

Aunque los propósitos más populares tenían que ver con el peso y la dieta, la salud de las personas que viven en EE. UU. sigue disminuyendo, y las enfermedades crónicas, la principal causa de muerte y discapacidad en EE. UU., causan 7 de cada 10 muertes cada año. Si muchos de nosotros nos proponemos ser más saludables, ¿por qué no funciona? 

En resumen, la mayoría de nosotros no somos buenos para cumplir nuestros propósitos. Muchos de nosotros sucumbimos ante lo atractivo que resultan los propósitos, pero luego quedamos atrapados en la mentalidad de que solo podemos hacer cambios en las primeras semanas del año. Y si no hemos cumplido nuestra meta a finales de enero, perdemos el interés o sentimos que hemos fracasado. De hecho, solo un 19 % de nosotros mantiene con éxito sus propósitos de Año Nuevo. 

Por qué fracasan los propósitos 

Si no cumplió sus propósitos el año pasado, no es el único. Casi el 81 % de los propósitos fracasan. Es mayor el número de propósitos que no se cumplen que el de personas que los mantienen, y casi todo el mundo se ha marcado un propósito de Año Nuevo en algún momento. 

Mantener los propósitos implica algo más que anotarlos a principios de año. Incluso con las mejores intenciones, factores como el estrés, nuestro entorno, el acceso a la atención médica y muchos otros afectan nuestra capacidad de hacer cambios. Y aunque es posible que nuestras metas de salud y bienestar sean una gran prioridad, no siempre ocupan el primer lugar en nuestra mente cuando la vida cotidiana se interpone en el camino. 

Estos son algunos de los motivos más comunes por los que mantener los propósitos puede ser un reto:

1. Intentamos alcanzar nuestras metas a toda prisa.

Crear nuevos hábitos lleva tiempo. No hay un sprint hasta la línea de meta. Asumir una meta muy grande de una sola vez es la trampa perfecta para agotarse rápidamente y volver al punto de partida. Recuerde que el hábito que trata de dejar atrás no tardó horas en crearse, así que puede llevarle el mismo tiempo, si no más, dejarlo atrás o cambiarlo.

Pruebe esto: en lugar de acelerar para alcanzar su meta de inmediato, piense en el cambio de comportamiento como un maratón y disfrute del camino. Si su meta final es tomar un complejo multivitamínico todos los días, pero se le olvida una y otra vez, intente establecer una meta inicial de 3 días a la semana como alternativa.

2. Nos desanimamos con los propósitos negativos en lugar de establecer propósitos positivos.

Por lo general, cuando nos fijamos propósitos, los enmarcamos de forma negativa. Por ejemplo, es posible que decida “dejar de comer comida chatarra”. Pero este tipo de propósito puede hacer que se sienta mal o culpable si se da el gusto de comer comida chatarra cuando no tenga un buen día. Esto puede acabar por desanimarlo y llevarlo a abandonar su meta por completo. Es más probable que tengamos éxito con nuestras metas cuando añadimos algo positivo en lugar de limitarnos a quitar algo negativo. 

Pruebe esto: reformule su meta de forma positiva. En lugar de decidir “dejar de comer golosinas antes de acostarse”, intente “comeré suficientes alimentos y bocadillos saludables durante el día para no tener ganas de comer galletas por la noche”  

3. No creemos en nosotros mismos. 

Para hacer un cambio de estilo de vida, hay que querer hacerlo y creer que se puede lograr. Si no creemos en nosotros mismos, es más probable que acabemos saboteándonos a nosotros mismos y a nuestras metas. 

Pruebe esto: aumente su confianza en sí mismo, y su capacidad de éxito, reconociendo y celebrando sus pequeñas victorias cada día. Establezca pequeños hitos y prémiese con algo útil cuando los alcance para tener algo que le haga ilusión y mantener el ánimo alto: una botella de agua reutilizable, un rodillo facial, o aceites esenciales son recompensas muy buenas y saludables. 

4. No hacemos un seguimiento de nuestro progreso.

Las investigaciones demuestran que las personas que hacen un seguimiento de su progreso tienen más probabilidades de lograr cambios saludables. Si no hacemos un seguimiento del progreso, no podemos ver cómo se acumulan los pequeños cambios a lo largo del tiempo. 

La forma de seguir el progreso puede variar de una persona a otra e incluso de una meta a otra. Los pesajes semanales, un diario de síntomas y emociones, o un registro de la velocidad o la distancia recorrida a lo largo del tiempo son excelentes formas de seguir y ver su progreso. Busque una forma que le sirva de inspiración. 

Pruebe esto: Lleve un registro de su progreso para poder ver hasta dónde ha llegado. Los pequeños cambios pueden suponer grandes triunfos con el tiempo. 

5. Nuestros propósitos no son lo suficientemente específicos.

Los propósitos ambiguos, como “voy a adelgazar” o “voy a comer más sano”, no dejan lugar a acciones concretas. Si no da pasos concretos para alcanzar su meta, es menos probable que se encamine hacia el éxito. 

Pruebe esto: piense en los pasos concretos que dará para alcanzar sus metas e inclúyalos en sus propósitos. Añada tantos detalles como sea posible a sus metas para que sean más fáciles de alcanzar, de seguir y de modificar cuando sea necesario. Por ejemplo, “Disfrutaré de un batido verde los lunes, miércoles y viernes antes de trabajar”.

Alternativas a los propósitos

Deje de pensar en todo o nada y póngase a trabajar en sus metas hoy mismo. Use esta fórmula para que establecer y mantener sus metas sea una tarea fácil durante todo el año. Existen dos tipos de metas:

  • Metas a corto plazo: se trata de metas más pequeñas que puede alcanzar de forma realista en la próxima semana o mes.
  • Metas a largo plazo: se trata de metas que desea alcanzar en un futuro lejano. . 

Sus metas a corto plazo son metas más pequeñas que, con el tiempo, le llevan a alcanzar sus metas a largo plazo. Pongamos el ejemplo de correr. Aunque su meta a largo plazo puede ser correr una maratón, las metas a corto plazo conforman sus pasos desde ahora hasta el día de la maratón. Una meta a corto plazo podría ser “Correré una milla tres veces esta semana”. Una vez que alcance dicha meta, puede añadir más días y kilómetros hasta que pueda correr las 26,2 millas completas de un maratón. 

Establezca metas inteligentes (SMART)

Una vez que se haya fijado una meta a largo plazo, aplique la siguiente fórmula para crear metas SMART a corto plazo que le permitan alcanzar el éxito. Recuerde que las metas alcanzables son: 

  • Específicos: describa detalladamente las acciones específicas que llevará a cabo para alcanzar esta meta. 
  • Medibles: piense en la manera de medir la consecución de su meta. (por ejemplo, cuánto, con qué frecuencia)
  • Alcanzable: pregúntese: “¿Es esto factible?”. Sus metas deben suponer un pequeño reto, pero deben ser alcanzables teniendo en cuenta su punto de partida, su tiempo y sus recursos. 
  • Realista: asegúrese de que su meta sea realista. ¿Qué relación tiene con sus demás metas? ¿Por qué es importante esta meta para usted ahora?
  • Temporal: ¿Cuándo va a completar su meta? ¿Cuál es el plazo? (¿1 semana, 1 mes?)

Las metas SMART tienen una definición clara y son más manejables que las promesas sueltas que nos hacemos a nosotros mismos. Intente establecer una meta SMART para usted mismo ahora y anótela para que se ponga manos a la obra hoy mismo. 

Cambio sostenible en cualquier momento del año

¿Qué es lo mejor que se puede hacer cuando se está dispuesto a cambiar el estilo de vida? Dar el primer paso. Así es, no importa la época del año, solo hay que comenzar. No es necesario esperar hasta el año nuevo para comenzar su recorrido hacia el nuevo yo. Comience donde está ahora. No espere a que la oportunidad sea perfecta porque realmente nunca hay un momento perfecto. Si se presenta la oportunidad, aprovéchela: es posible que ya no exista en enero. 

Recordatorio: no tiene que esperar hasta el primer día del año para comenzar. El mejor momento para empezar es ahora.     

Conclusiones

En teoría, los propósitos de Año Nuevo parecen ser una buena idea, pero en la práctica fracasan la mayoría de las veces. En lugar de establecer propósitos a principios de año, fíjese metas inteligentes a lo largo de todo el año. 

No olvide revisar sus metas periódicamente para tener la certeza de que son prácticas y sostenibles. Considere la posibilidad de recurrir a un amigo, a un ser querido o incluso a un profesional, como un nutricionista certificado, que lo mantenga comprometido y lo ayude a mantener el rumbo. 

Y lo más importante, no se dé por vencido: ¡las cosas buenas llevan tiempo! 

Referencias:

  1. https://www.statista.com/statistics/378105/new-years-resolution/
  2. https://www.healthypeople.gov/2020/about/foundation-health-measures/General-Health-Status#chronic
  3. Norcross JC, Vangarelli DJ. The resolution solution: longitudinal examination of New Year's change attempts. J Subst Abuse. 1988;1(2):127-134.

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